Esports, comida y videojuegos. ¿Qué más?

Miles de personas se acercaron durante todo el fin de semana al Centro Costa Salguero, donde se realizó la cuarta edición de Argentina Game Show Coca-Cola For Me.

La concurrencia para las primeras horas de show fue mayor de lo esperado. Fueron muchos los que querían llegar temprano para probar videojuegos, consolas o caminar sin peligro de chocar contra menores de edad corriendo como si no hubiera mañana.

A diferencia de años anteriores, el caudal de niños que asistieron al evento fue mayor. Quizá debido al número de actividades relacionadas con el Fortnite, como el Fortnite Dance Challenge del viernes. Por el motivo que sea, la presencia de jóvenes acompañados de sus padres inundó el centro de un clima familiar muy confortable. La gente, además, fue respetuosa con aquellas personas que concurrieron con niños pequeños o, incluso, con cochecitos de bebés. Nadie quería perderse de nada, ni el abuelo que replicaba simpáticamente los pasos de Just Dance, ni los hijos de viejos y no tan viejos gamers.

El lugar fue ambientado por las luces y la música de decenas de stands, que también ayudaron a iluminar las filas de espera de quienes pretendían un lugar en el torneo de Fortnite de la Arena GeForce. Entre los fanáticos y los curiosos que se acercaron al Centro Costa Salguero a conocer sobre los próximos videojuegos, llamaron la atención grupos de gente con las mismas camisetas. Y es que, más que nunca, la Argentina Game Show contó con la presencia de muchísimas organizaciones de esports que dijeron presente en el evento.

Entre ellos, los chicos de Undead Gaming y de Bring it On, que se enfrentarían en la gran final de la Copa League of Legends. Como pronosticaban algunos, la victoria fue para Undead Gaming, pero Bring It On pudo volverse a casa por lo menos con una victoria. ¿El dato de color? Las gradas del escenario donde se desarrolló la serie estuvieron colmadas, desde el primer segundo hasta la coronación del campeón.

El sábado las puertas se abrieron a las 10:00 . Los madrugadores pudieron disfrutar, por algunas horas, de un Centro Costa Salguero sin cantidades enormes de gente. Para el mediodía, la situación era distinta. Aunque era de esperarse que la concurrencia del día sábado fuera mayor que el día anterior, caminar de una punta del recinto a la otra podía ser complicado.

El evento de la jornada serían las partidas de La Liga PRO que empezarían cerca del mediodía. A la final llegaron Furious Gaming y Andes Esports, y el trofeo lo levantaron los de la calavera. Felicidades para los campeones, aplauso para los medios de prensa que cubrieron toda la jornada, y mención aparte para la escuadra de Andes, el equipo que vino de Chile.

El resto del día sábado se vio sin percances. Todos los escenarios donde hubo un evento de esports o una charla estuvieron colmados de fanáticos que, además, salieron contentos por la cantidad de opciones que había para comer. La relación entre la calidad de la comida y el precio fue justa. Para aquellos que creen que los precios fueron elevados, los invitamos a decirnos dónde podemos conseguir comida barata en esta bendita ciudad.

El domingo fue el día más equilibrado entre la cantidad de gente y la oferta de eventos. En todo momento se pudo caminar sin riesgo de atropellar menores de edad que aprovechaban cada espacio y cada segundo que tenían para demostrar sus increíbles habilidades de baile (de Fortnite), sin motivo aparente. Pero ¿quién necesita un motivo para bailar, cierto?… ¿Cierto? Al menos, quienes llenaron la carpa del Just Dance 2019 no lo necesitaron.

Mientras se jugaba la final de Preguntados en su modo 2v2 (los esports en su máxima expresión), en el auditorio se daba una interesante charla sobre la narrativa y la importancia de las historias bien contadas en los videojuegos. Por la tarde, en el mismo lugar donde el viernes se jugó al final de League of Legends y el sábado la de CS:GO, el domingo jugaron la final de Overwatch los chicos de Isurus Gaming y Fury Australia. El ganador fue el tiburón argentino, que se llevó la serie por 3-0 sin transpirar.

Mientras las luces se apagan, los expositores comienzan a desarmar los stands y los rezagados piensan en la vuelta a casa. Nosotros, después de tres días intensos, damos por finalizada otra edición de la Argentina Game Show. Tenemos sueño, pero estamos contentos.

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