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Overwatch League, con precios de entrada exorbitantes, acaba de vender sus dos primeros lugares. El primero de ellos fue para Robert Kraft, dueño de los New England Patriots, campeones del último Super Bowl. El segundo fue para Stephen Ross, dueño de los Miami Dolphins.

Bobby Kotick, el CEO de Activision Blizzard —principal impulsor de la liga—, ha realizado las negociaciones personalmente con los dueños de los equipos de la NFL. El precio de la transacción no se ha publicado oficialmente, pero la investigación de Richard Lewis Reports sugiere que la cifra podría ascender hasta $20 MDD.

Esto sienta un precedente muy positivo para Activision Blizzard. Ya que los costos de ingreso tan elevados han ahuyentado a varias de las organizaciones tradicionales de esports. Las pocas organizaciones que todavía tienen intención de ingresar siguen buscando auspicios o asociaciones para dividir gastos.

Kraft y Ross, a pesar de no tener experiencia en deportes electrónicos, vieron en Overwatch League una posibilidad de inversión valiosa y pueden incentivar a otras organizaciones deportivas tradicionales a volverse a los esports. Esto no hace más que confirmar los reportes que indicaron que la liga podría facturar alrededor de $100 MDD al año.

Es imposible saber cómo continuará la construcción de Overwatch League, porque tanto los gerentes de Activision Blizzard como los desarrolladores de Overwatch no dan información al respecto. La competición está planeada para comenzar en julio de este año, pero a dos meses de la fecha los únicos equipos confirmados son los Patriots y los Dolfins. El futuro de la ambiciosa liga de Overwatch todavía es un misterio, pero al menos tiene dos grandes representantes en sus filas.

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