La comunidad no está contenta

Esta semana ha sido una montaña rusa de emociones para la comunidad de Overwatch. El pasado 2 de enero, el equipo Second Wind publicó un breve comunicado donde anunciaba la salida de Ellie, jugadora amateur que se había unido a sus filas en reemplazo de Colin «Coluge» Arai para Overwatch Contenders.

En ese momento, el equipo declaró que “debido a reacciones inesperadas, Ellie ha optado por dejar el equipo”. Dichas reacciones fueron comentarios cuestionando su habilidad e incluso amenazas de revelar información personal. Esta situación generó muchas discusiones en redes sociales y foros de internet.

Días después de lo sucedido, la comunidad de Overwatch recibió otra interesante noticia: al parecer, Ellie nunca existió y, de hecho, todo fue parte de un “experimento social” planeado por otro jugador, conocido como Punisher.

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Esto fue revelado en el stream de Becca “Aspen” Rukavina, donde explicó a detalle la situación de Ellie, Punisher y Second Wind. En pocas palabras, Punisher puso en marcha el experimento social con Ellie, pero no esperaba que tuviera tanto impacto. Además, Blizzard Entertainment anunció que estaba investigando la situación con Ellie. Horas más tarde, Second Wind lanzó otro comunicado.

En pocas palabras, Second Wind intentó apoyar a Ellie, pero eventualmente descubrieron la verdad detrás de la cuenta. Debido a que Second Wind no apoya este tipo de prácticas, el equipo norteamericano se disculpó ante la comunidad de Overwatch.

La situación de Ellie expuso algunos de los problemas con los que las mujeres tienen que lidiar en los esports. Pero también dejó una huella que difícilmente se borrará, afectando a las mujeres que estaban escalando para tener un lugar dentro de las competencias de Overwatch.

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