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BESTIA, el equipo que había logrado la clasificación al Major que se disputará en Estados Unidos, fue descalificado por la organizadora BLAST en medio de una fuerte polémica. Ni el respaldo del Gobierno nacional ni el masivo apoyo en redes sociales lograron revertir una situación que ahora tomará un nuevo rumbo: el judicial.
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Una decisión que sacude a la escena
BLAST emitió un comunicado oficial confirmando la exclusión de BESTIA por no haber presentado en tiempo y forma las visas de todos sus jugadores. Sin embargo, en el mismo texto se expone lo que el equipo argentino venía denunciando: la falta de una fecha límite clara y preestablecida en el reglamento del torneo. Según la organización del Major, el viernes 16 de mayo se le informó al conjunto albiceleste que debían tener los papeles listos para el miércoles 21. Es decir, apenas tres días hábiles para completar un trámite complejo y determinante para su participación.
A pesar de las dificultades, BESTIA movió cielo y tierra para conseguir lo imposible. El tema llegó hasta la esfera gubernamental. Finalmente, el 23 de mayo —dos días después del deadline arbitrario impuesto por BLAST— el equipo contaba con toda la documentación necesaria y ya había informado a la organización que los papeles estarían listos.
“Nos vemos en el tribunal”
La respuesta de BLAST no solo encendió la indignación en la comunidad de esports de Argentina, sino que también generó un giro inesperado. El freestyler y campeón mundial de póker Papo MC, dueño de BESTIA, anunció públicamente que iniciará acciones legales contra la empresa por su proceder. “Saben que están haciendo lo incorrecto. Queríamos resolver esto de forma justa. Nos vemos en el tribunal”, publicó en su cuenta de X.
Jugadores, figuras del gaming nacional y miles de fanáticos manifestaron su frustración por la oportunidad perdida.
El caso BESTIA: Una herida abierta para el CS argentino
La eliminación de BESTIA deja no solo a un equipo fuera de competencia, sino a toda una comunidad con la sensación de haber sido víctima de una injusticia. Para muchos, era la oportunidad de ver nuevamente a un elenco argentino en la cima del Counter-Strike mundial, algo que no sucedía desde hacía años.
Mientras BLAST mantiene su postura, el caso se encamina a convertirse en un antecedente clave en la relación entre organizadores de torneos y equipos profesionales. Papo y BESTIA ya dejaron claro que no dejarán esto pasar.
Ahora, la escena argentina pone su esperanza en los tribunales.
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