Se fue de LoL por la puerta de atrás y volvió campeón en VALORANT con un equipo amateur. Onur habló de su fama, metas... de todo con CodigoEsports.

Vive en Chile pero es argentino, como la letra del tango que lo pinta de pies a cabeza: «Cómo van a decir que me fui, si siempre estoy llegando». La frase está dedicada a Rodrigo «Onur» Dalmagro, entrenador, personaje, influencer de la escena latinoamericana de los esports. Que se fue como su alter ego de las redes, Onur Chiquito, de la Liga Latinoamérica (LLA) de League of Legends, con malos resultados en Furious Gaming. Pero regresó por la puerta grande en VALORANT Versus Open, donde salió campeón y hasta debió ser entrenador y jugador de Slayers, un equipo sin estructura.

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CodigoEsports le planteó la entrevista, y El Pela, como también se hace llamar, hizo un alto en los entrenamientos para aceptar y hablar de todo. Pero no hablar por hablar. Sí, hacerlo de frente, como es su característica.

-¿Hace cuánto tiempo no jugabas en el competitivo?

-Fue en el 2016, en Smite, por un torneo Latinoamericano en Brasil para Isurus Gaming. Jugué cuatro años con la particularidad que compartí equipo con Nozwer (Agustín Ibarra) y ahora me volvió a tocar con él.

-Venías de LoL. ¿Se complicó pasar a VALORANT?

-Es bastante diferente. La última vez que había cambiado fue del Smite a LoL, pero esos son dos juegos del mismo género con muchos puntos en común. VALORANT se parece mas al Counter-Strike. Yo me inicié jugando Counter en el 2003 y competí hasta el 2009 en Argentina.

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-¿Querías volver a la competencia?

-Competí muchos años en FPS, y siempre tuve muchas ganas de volver, aunque no en Counter, para no repetirme. Esperaba una oportunidad nueva y al ser Riot el publisher y ser una escena nueva… También tenía ganas de cambiar de aire de LoL, definitivamente. Por más que sea la escena mas profesional de los esports en nuestra región, tenía cosas que no me gustaban. Y ya quería trabajar con gente nueva. Los jugadores que tengo son amateurs con ese espíritu de poner las ganas de ganar, sobre todo me identifico mucho con ellos, me siento cómodo.

-¿Qué es Slayers?

-Es un nombre de fantasía, quiere decir que somos agentes libres sin contrato con organizaciones. La base es Nowzer, Puleule (Nahuel Pulela), Leazo (Leandro Liset) y Saadhak (Matías Delipetro). En realidad se pusieron a jugar juntos con la idea de competir en VALORANT antes de que saliera el juego. Jugaron Counter-Strike para adquirir ciertos conceptos propios de los FPS y después trasladarlo a VALORANT. La idea nació antes que el juego fuera publicado en la beta. A ese nivel los jugadores están comprometidos. Yo me sumé sobre la marcha, estaba en México cuando salió. Ellos tenían ganas de trabajar conmigo y yo, con ellos.

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-¿Cómo te tomó el hecho de que te viste obligado a jugar? ¿Por qué tuviste que hacerlo?

-No me lo esperaba. De hecho, yo no había jugado mucho VALORANT. Tenía un nivel de platino, debo estar en el 20% del servidor, no más de 100 horas jugadas, cuando los chicos suman 2,000. Hicimos un cambio en el roster pensando que el jugador nuevo podía entrar pero nos enteramos que no lo dejaba el reglamento. Así que me avisaron dos días antes, me puse a competir y terminó saliendo bien. En parte acompañé pero salió bien porque sabía las estrategias; y me ayudaron los años de Counter-Strike.

-¿Vas a seguir jugando, Onur?

-No, ahora en el Closed, desde el 11 de agosto, voy a ser el coach nada más. Salvo que pase algo muy malo.

-Esta forma de volver: jugador, coach, campeón… ¿Resultó una revancha para vos después de cómo te fuiste de LoL?

-Yo me retiré de la escena de LoL de forma natural, necesitaba un cambio de aire, no lo pensé demasiado. Se ha hablado mucho de mí. A mí me gusta mucho trabajar, me han preguntado por qué no empezaba una organización propia o ser manager. Me han llegado ofertas. La verdad es que me sigue gustando entrenar todos los días con un equipo.

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Lo tomo como una revancha en algún punto, pero entiendo que los deportes en general tiene varianza, no siempre determinan el tipo de profesional que sos. Siempre estuve muy tranquilo con mi trabajo a pesar de que en LoL los resultados no me acompañaron como me hubiese gustado, si bien no fueron muy malos. Sí, el último split fue muy malo, pero los otros dos que estuve en Furious habíamos terminado entre los tres primeros.

Todos son Onur

-¿Puede ser que tu personalidad y tu fama no te ayuden?

-Tengo como dos famas. Una es la fama en redes sociales que en parte soy responsable. He sido responsable de cruzar ciertos límites, sobre todo en los inicios de mi carrera en LoL. Sí es verdad que la gente que dice sus opiniones en cuanto a formato competitivo, estructuras o lo que atente contra las políticas oficiales de los publishers en LoL lleva a la incomodidad. Se prefiere que esas cosas queden puertas adentro. Ser tan vocal incomoda también a los dueños de equipos en algunos momentos.

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Después tengo fama complicada en la forma de trabajar porque no soy flexible. Me gusta que las cosas se hagan de una manera. Me gustan las personas que trabajan como yo, que no ven a los esports como un trabajo sino como un deporte. Mi mentalidad es qué hacemos para ganar. Y si tengo que trabajar más horas de las que el contrato implica, no hay problema. Todo eso suele generar asperezas.

-¿Cuáles son los objetivos de ahora en más?

-Nuestro objetivo al corto plazo es ganar, convertirnos en el mejor equipo de Latinoamérica Sur y después ganarle el duelo al representante del Norte para ser el primer campeón latinoamericano de VALORANT. A partir de ahí tendríamos que esperar a ver qué decide Riot para 2021, cuál va a ser el calendario competitivo para tomar nuestras propias decisiones.

-¿Slayers necesita entrar en una estructura para eso?

-Seguimos entrenado, pero definitivamente buscamos estar en una estructura y dejar de ser agentes libres. Sucede que las ofertas que hemos tenido hasta ahora no representan el esfuerzo que le estamos dedicando al juego, lo que este equipo ha ganado. Cuando llegue la oferta correcta para la jerarquía que tenemos, la vamos a tomar.

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