Keep Driving: El nuevo indie que la rompe

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En un mundo donde los videojuegos AAA a menudo dominan los titulares, los juegos indie siguen demostrando su capacidad para crear experiencias profundas y únicas. Uno de los últimos en unirse a esta ola es Keep Driving, un juego indie que, como su título lo indica, nos invita a tomar el volante y no mirar atrás. Este RPG de gestión atmosférico se ambienta en los años 2000 y nos pone en la piel de un joven que, tras conseguir su primer coche, decide emprender un viaje por carretera que cambiará su vida.

Es el comienzo de un largo y caluroso verano. Después de escuchar sobre un festival al otro lado del país, te subes a tu coche, marcas un rumbo en el mapa y enciendes el motor. El destino es incierto, y el cómo llegar allí depende de tus decisiones. Keep Driving no solo se trata de un viaje físico, sino también de un viaje emocional a través de un mundo abierto generando caminos únicos en cada partida.

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El juego se desarrolla en un mundo abierto procedimentalmente generado, lo que significa que cada vez que inicies una nueva partida, te encontrarás con un mapa diferente, nuevas rutas y desafíos que mantenerte en vilo. Lo que lo hace aún más especial es la ambientación: una mezcla perfecta de nostalgia por los años 2000 y la serenidad del camino abierto. Cada carretera, cada callejón sin salida, te invita a sumergirte en la atmósfera pixelada y detallada que Keep Driving crea con su arte retro.

Uno de los aspectos más cautivadores del juego es la interacción con los demás viajeros. A medida que avanzas, puedes recoger a autostopistas con personalidades y relatos propios. Cada uno tiene sus historias y deseos, lo que hace que el viaje sea más que una simple travesía de ida al festival. Las decisiones que tomes mientras conversas con ellos afectan tanto el desarrollo de la historia como las habilidades que puedes mejorar en tu personaje. Los personajes secundarios son una de las grandes sorpresas del juego, pues más allá de ser simples acompañantes, son piezas clave para enfrentar lo inesperado del viaje.

Lo mejor de Keep Driving es que nunca hay una única forma de completar el viaje. El juego cuenta con múltiples finales, y dependiendo de las decisiones que tomes, el destino será diferente. Cada partida dura entre una a cuatro horas, lo que te permite explorar distintas rutas y decisiones sin sentir que es un compromiso largo. Después de llegar al final de tu viaje, el juego te invita a regresar al punto de inicio y probar otro camino, enfrentándote a nuevas experiencias y finales alternativos.