La nueva dependencia gubernamental buscará impulsar a los esports del país como nunca antes

A pesar de tener una apasionada escena competitiva, los esports en Japón nunca han podido despuntar a su máximo potencial debido a trabas e incongruencias con las leyes del país. En un esfuerzo para mejorar esta situación, las 3 asociaciones de esports de Japón se han unido para crear un nuevo cuerpo gubernamental: la Unión Japonesa de Esports (JESU por sus siglas en inglés).

La nueva organización es una combinación de la Asociación Japonesa de e-Sports, la Organización de Promoción a los eSports y la Federación Japonesa de eSports. JESU emitirá licencias profesionales para jugadores competitivos en Japón, esto con la esperanza de impulsar el desarrollo de la industria en el país y llamar la atención tanto de los participantes como de los organizadores de eventos.

Hasta hace poco, las tres dependencias operaban de manera independiente, Pero pudieron consolidarse y alinear sus metas con la asistencia de la Asociación de Proveedores de Entretenimiento Informático (CESA por sus siglas en inglés). Además de promover la industria de los videojuegos japonesa, CESA es el organizador de la convención anual Tokyo Game Show.

Hideki Okamura, presidente de CESA y vicepresidente ejecutivo de Sega Sammy Holdings, anunció esta fusión en una conferencia de prensa el 1 de febrero. El también fungirá el papel de director representativo de JESU y ayudará a la asociación a promover los esports en Japón.

«La audiencia mundial de esports llegará a 300 millones de personas para 2019 y 500 millones para 2020. Eso no es diferente a los deportes de la vida real,» dijo Hideki Okamura. «Los esports son principalmente populares en Asia y en los Estados Unidos, y también existe la esperanza en Japón de popularizar los esports[…] Buscaremos promocionar la industria y elevar el estatus social de los deportes electrónicos en Japón.»

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A pesar de ser uno de ser uno de los mercados de videojuegos más influyentes de la historia, Japón se ha quedado muy rezagado en su escena regional de esports. Esto se debe principalmente por la Acta Contra las Primas Injustificables y las Representaciones Engañosas, la cual impone un límite de ¥100,000 Yenes japoneses ($900 USD aprox.) para cualquier competencia que promueva o venda un producto en específico. Por desgracia, los torneos de videojuegos entran en esta categoría.

El gobierno japonés dió sus primeros pasos para mejor la escena competitiva de su país el mes pasado. Además de realizar modificaciones a dicha Acta, los legisladores harán todo lo posible para que los esports lleguen a los Juegos Olímpicos.

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