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Sin lugar a dudas, Hearthstone es el número uno en lo que a juegos de cartas digitales se refiere. Su dinámica, apariencia y características lo catapultaron a la cima de este mundo por encima de monstruos como Magic: The Gathering. Tanto fue el éxito que su competitividad creció a pasos agigantados, incluso cuando esa no era la idea original del producto, algo que Ben Brode recuerda cada vez que se le pregunta por el modo Torneo y las cartas que hacen prevalecer la aleatoriedad.

Como era de esperarse, este suceso llevó a que muchísimas empresas quisieran hacer algo parecido y los juegos de este estilo se multiplicaron a niveles inhumanos y hasta poco sanos (debido a lo malos que resultaron algunos ejemplares). Desde CodigoGamers decidimos empezar a analizar algunas de estas alternativas y poner la lupa en tres que creemos con potencial para pelear por la corona de Blizzard o al menos para robarle un par de usuarios.

hex
Hex: Shads of Fate

Un juego que nace casi como un espejo de Magic: The Gathering, lo que le ha traído más de un problema a la hora de repasar los derechos de autor. En él podremos encontrar elementos como criaturas voladoras, bloqueos, instantáneos, conjuros, encantamientos, maná de diferentes colores y hasta activaciones de habilidades en las cartas. Un conjunto de cosas que lo definen como el más complejo y completo de esta lista.

También es para destacar la forma en la que está armado el turno en Hex. Cada uno de ellos tiene fases y una prioridad que se cede al lanzar una carta o terminar una etapa. Es decir, cada vez que se juegue algo, el rival podrá responder con un hechizo o habilidad y hacer lo mismo cuando se quiera pasar de, por ejemplo, ataque a resolución de daño. Suena complicado, pero es cuestión de verlo en acción para entenderlo claramente.

 

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El tablero de juego de Hex

A esto se le suma un intento, muy interesante, de combinar a los juegos de cartas con los RPG. Esta fusión surge en el modo historia, lugar en el que se deberá crear un personaje, llevarlo a recorrer diferentes lugares, cumplir misiones y desarrollar sus habilidades a partir de puntos de experiencia, mientras se llevan adelante partidas muy variadas con reglas especiales que harán que cada una sea diferente a la anterior.

Ahora bien, lejos de los elogios, Hex sufre, al menos a gusto personal, un problema principal y grave.  El juego tiene 2 tipos de monedas a las que  acceder, oro (que se obtendrá en misiones y partidas) y plata o platino, que se suelta en muy poca cantidad y que básicamente se consigue con dinero real. Como se puede esperar, es esta última la que cuenta con mayor importancia y la necesaria para entrar a torneos, comprar sobres, barajas  y obtener las mejores cartas.

En definitiva, este es un juego pensado en modo competitivo, con todo lo malo y bueno que eso puede significar. Se muestra como una opción interesante para probar si se tiene experiencia en otros de estilo similar o si se busca una complejidad mayor.

Lo bueno

  • El sistema de juego.
  • La complejidad del mismo.
  • El modo historia.
  • Se consigue en español.

Lo malo

  • Requiere mucha inversión para llegar a algún lado, incluso para jugar.
  • Es poco amigable con los nuevos jugadores.
  • La complejidad que posee puede marear si no se tiene experiencia.

Elder Scroll
The Elder Scrolls: Legends

The Elder Scrolls: Legends es un proyecto muy ambicioso por parte de Bethesda que parece estar enfocado en tomar lo mejor de Hearthstone y modificar lo que está mal. El resultado de esto es un juego muy interesante, con el dinamismo y la simpleza del título de Blizzard, pero con agregados y alteraciones que ofrecen más estrategia y que pretenden transformarlo en algo serio y competitivo, aunque sin descuidar de ninguna forma al casual.

Para empezar a enumerar algunos de estos elementos, hay que decir que en TES no hay clases, o mejor dicho, estas cumplen  una función meramente estética. A la hora de armar mazos habrá que elegir entre cinco atributos, Fuerza, Inteligencia, Voluntad, Agilidad y Resistencia, que se podrán combinar en dupla, siempre teniendo en cuenta que tendrán mayor afinidad con unos que con otros.

Ahora bien, para enfocarse directamente en el juego, lo más llamativo y novedoso es el sistema de calles, que dividen el tablero y otorgan atributos al posicionar unidades ahí (el más común es una especie de inmunidad a ataques por un turno). Los esbirros no pueden cruzarse de una a la otra, salvo en ocasiones excepcionales, ni hacer objetivos a enemigos de una contraria, por lo que es fundamental elegir bien a la hora de distribuirlos.

El tablero dividido por calles.

El tablero dividido por calles.

Otro aspecto interesante a destacar es la existencia de edificios, equipamientos y armas. Cada uno de ellos influye de manera diferente en la partida, modificando las condiciones en las que se lleva adelante, otorgando una habilidad especial al jugador (que se puede activar un determinado número de veces) o cambiando las estadísticas a una criatura. A esto se le suma algo similar a una evolución, que permite alterar algunas de las cartas básicas de manera definitiva y a elección del jugador a medida que se sube de nivel.

Por último, hay que decir que el juego se muestra muy amable con los nuevos. Gracias al modo historia, que reparte muchos premios y a la arena en solitario, que permite enfrentar a 9 rivales manejados por la computadora y otorga sobres y cartas, es muy sencillo armar una colección decente para empezar a pensar en las partidas con rango rápidamente.

En definitiva, The Elder Scrolls: Legends es un producto con potencial para transformarse en uno de los mejores de la actualidad. Aporta elementos novedosos al género y cuenta con la mano de Luis Scott-Vargas, Hall of Fame de Magic, como diseñador principal, lo que es toda una garantía de calidad.

Lo bueno

  • El sistema de juego.
  • Lo amigable que se muestra con los nuevos.
  • Se consigue en español.
  • El modo historia.
  • La arena en solitario.
  • La inclusión de Luis Scott-Vargas como diseñador.

Lo malo

  • Sus similitud con Hearthstone puede hacer que los jugadores prefieran lo ya conocido.
  • La etapa beta en la que se encuentra y el tiempo de lanzamiento que lleva (menos de un año) hacen que todavía no tenga una escena competitiva fuerte.

Cards
Cards and Castles

Es una mezcla entre un juego de cartas convencional y uno de estrategia, en el que hay que mover unidades por el tablero. Esta combinación lo transforma en un producto entretenido y pensado, que ofrece varias horas de diversión.

A la hora de armar un mazo se deberá elegir entre una combinación en dupla de cualquiera de las siguientes clases: Ninjas, Piratas, Guerreros, Vikingos y Brujos. Cada una de ellas tendrá mayor o menor afinidad con otras y características únicas.

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Una partida clásica en Cards and Castles.

El juego es amigable, sencillo y divertido, pero posee un problema fundamental. Si bien, se encuentra lanzado oficialmente, parece estar en una especie de beta encubierta, puesto que los diseñadores del mismo cambian constantemente las reglas y hasta alteran sets enteros en cuanto sale una expansión. También son habituales el aumento de precios y la eliminación de otros modos de competencia sin mayor justificación que «creemos que es mejor de esta forma».

Si bien, se entiende que estas variantes buscan mejorar la experiencia del  usuario, son un arma de doble filo porque pueden terminar cansando y alejando a la gente rápidamente. Sin lugar a dudas es algo en lo que se debería poner el foco.

Cards and Castles es un juego ideal para divertirse pero que todavía no puede ser tomado seriamente. Tiene muy buenas críticas y hasta potencial, pero requiere un cambio de enfoque por parte de sus creadores.

Lo bueno

  • El sistema de juego.
  • El apartado gráfico.
  • La diversión que otorga.
  • El modo Torneo

Lo malo

  • Cambios constantes y grandes.
  • Solo está disponible en inglés.

 

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