Minecraft: ¿Vale la pena ver la película?

La película de Minecraft era, sin duda, una de las más esperadas por los fanáticos del survival de mundo abierto más famoso de todos. Desde que se anunció su desarrollo, la expectativa creció como una torre de bloques hasta el cielo. ¿Qué podíamos esperar de una adaptación cinematográfica de un juego donde el protagonista principal es, en esencia, el jugador? Ahora que la película finalmente llegó a los cines, la gran pregunta es: ¿vale la pena verla?

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Lo cierto es que, como película en sí, Minecraft no destaca por ser una gran aventura épica ni una obra maestra del cine. Pero, y este es un gran pero, si sos fan del juego, la experiencia puede ser tremendamente disfrutable. Porque Minecraft no pretende ser más de lo que es: un guiño constante al universo cúbico que ha acompañado a millones de jugadores durante años.

Uno de los grandes aciertos del film es que no cae en la trampa de mezclar de forma innecesaria el mundo real con el de Minecraft. Este recurso, ya algo gastado en otras adaptaciones de videojuegos, es resuelto aquí de forma rápida y sin muchas explicaciones. No se busca justificar lo inverosímil, y eso juega a su favor: el espectador acepta desde el inicio que está en un universo propio, con sus propias reglas.

Además, la película está plagada de momentos que cualquier jugador reconocerá con una sonrisa. Desde el clásico «¡HMMM!» de los aldeanos —que causa risa cada vez que aparece— hasta la emoción de ver a Steve cobrar vida en la gran pantalla. No hay tensión real, es cierto: los personajes rara vez se sienten en peligro y el desarrollo es bastante predecible. Pero eso no importa tanto cuando uno se encuentra viendo cómo los protagonistas construyen castillos imposibles o sobreviven su primera noche entre zombies, tal como hicimos todos alguna vez.

Enconces, ¿vale la pena ver la película de Minecraft?

En resumen: Minecraft: La película vale la pena… si sabés a lo que vas. No esperes una narrativa profunda ni emociones fuertes. Es una carta de amor al juego, un homenaje lleno de referencias, humor ligero y nostalgia cúbica. Para los fans, eso es más que suficiente.