Todo sobre Escape from Tarkov

Escape from Tarkov se ha consolidado como uno de los FPS de extracción más influyentes y exigentes del panorama actual. Considerado por muchos como el pionero del subgénero, el título del estudio ruso Battlestate Games se caracteriza por ofrecer una experiencia bélica cruda, implacable y profundamente realista, donde cada incursión es una apuesta total. Entrar en Tarkov es jugarse la vida —y el inventario— en cada paso.

La premisa central es simple, pero devastadora: preparas tu equipo, eliges una zona, te infiltras… y esperas salir con vida. En el camino, te encontrarás con PMC enemigos controlados por jugadores, Scavs agresivos manejados por la IA y un entorno hostil que no perdona errores. Una mala decisión puede costarte desde una fractura hasta la muerte inmediata, perdiendo todo el botín que llevabas encima.

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Uno de los pilares del juego es su sistema de daño, un auténtico simulador de supervivencia táctica. Las balas pueden provocar hemorragias, fracturas, contusiones y daños localizados que afectan movilidad, visión y eficacia en combate. La administración del blindaje y los primeros auxilios se convierte en una habilidad esencial: no basta con disparar bien, hay que saber sobrevivir al impacto. La tensión es constante y la adrenalina, garantizada.

Sin embargo, pese a su propuesta única y su enorme influencia en títulos posteriores del género, Escape from Tarkov ha tenido una recepción complicada en su llegada a Steam. Allí, el juego acumula críticas variadas y opiniones profundamente divididas.

Las opiniones de Escape from Tarkov

Los jugadores más apasionados lo defienden con fervor: “Un juego serio, nada de skins ridículas ni saltar para esquivar balas; cada paso cuenta y en ese paso puede ser agonizar y morir”, escriben algunos usuarios que celebran su realismo extremo y su rechazo a las tendencias arcade. Para ellos, Tarkov es una experiencia inmersiva y adulta, un arma de doble filo que premia la disciplina y castiga la imprudencia.

Pero el otro lado de la comunidad no es tan indulgente. Varios jugadores señalan que “El juego funciona EXTREMADAMENTE MAL”, describiendo problemas de rendimiento, bugs persistentes y una optimización deficiente que empaña la experiencia. Otros afirman que “hay que hacer 2000 pasos para que el juego funcione”, en referencia a procesos, configuraciones y ajustes necesarios para que el título corra adecuadamente.

Entre el amor por su crudeza táctica y la frustración por sus dificultades técnicas, Escape from Tarkov sigue siendo un fenómeno único: un juego que desconcierta tanto como fascina, que exige más que ningún otro… y que recompensa solo a quienes están dispuestos a enfrentarse a la oscuridad de Tarkov una vez más.