Todo sobre No, I’m not a Human

ALERTA. Quédate adentro. Asegura las puertas. Cierra las cortinas. Solo los humanos pueden entrar. Así comienza No, I’m not a Human, un nuevo título de terror psicológico que explora los límites de la paranoia, la identidad y la supervivencia al borde del fin del mundo.

El juego nos sitúa en un planeta moribundo, en los últimos días de la Tierra. El amanecer es un enemigo y la luz del sol quema todo lo que toca. Las calles están cubiertas de cuerpos ennegrecidos y el aire es tan denso que respirar se siente como inhalar ceniza. Solo la oscuridad ofrece refugio. Pero incluso ahí, el miedo no desaparece.

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Una noche, un golpe en la puerta rompe el silencio. Una voz suplica entrar. Suena humana. Se ve humana. Pero ¿realmente lo es? Esa es la premisa central de No, I’m not a Human, un juego donde la desconfianza es tu única arma y cada decisión puede significar la diferencia entre vivir o dejar entrar algo que no debería existir.

El jugador debe interrogar a los visitantes, analizar sus gestos, sus respuestas y sus incoherencias. Cualquier error puede ser fatal. A medida que la tensión crece, también lo hace la duda: ¿sigues siendo tú mismo o ya te convertiste en aquello que temes?

El horror y el suspenso combinados en No, I’m not a Human

Con una atmósfera que combina lo mejor del horror cósmico y el suspenso psicológico, el título logra capturar una sensación constante de amenaza invisible, donde cada sonido fuera de la puerta puede ser el último.

No, I’m not a Human no solo es un survival horror; es una experiencia sobre la desintegración de la humanidad, la pérdida de confianza y el terror de no poder distinguir entre lo real y lo impostor. En un mundo donde mirar al exterior puede destruirte, la pregunta más importante es:
¿Quién sigue siendo humano?