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La eterna lucha de Blizzard Entertainment contra las trampas parece no tener fin. Recientemente dio un golpe directo contra un hack en Corea del Sur, pero quizá el caso más famoso es el de Bossland y Watchover Tyrant. Al parecer, la compañía está evitando desesperadamente cargos financieros según TorrentFreak. «El incumplimiento de Bossland es una táctica calculada y de mala fe, buscando ocultar sus acciones de la ley de Estados Unidos. Con esto, la compañía esperaba frenar a Blizzard de conocer su modo de operación, ocultando el objetivo de sus fechorías, la cantidad de dinero generado por los hacks y dónde están los recursos utilizados», se lee en el documento.

El plan de Bossland es ocultar la información y evitar pagar, continuando su negocio normalmente después de esto. Sin embargo, la casa de Overwatch no se quedará con las manos cruzadas y ya prepara una demanda de $8.5 millones de dólares. La suma responde a las posibles ganancias obtenidas por los software, tomando en cuenta que se han descargado 119,000 veces y alrededor de 36% de los usos van ligados a títulos de Blizzard.

Por el momento no hay más declaraciones por parte de los involucrados. La compañía de World of Warcraft es conocida por no tener piedad ante las trampas, reportando una oleada de bans en Overwatch en meses anteriores. Aunque usuarios se quejaron e incluso amenazaron con demandas, cierto es que este tipo de conductas anti-deportivas no encajan en títulos multijugador.

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