Te compartimos nuestra revisión exclusiva sobre el modo historia del nuevo FPS de la franquicia que le hará mucho ruido a sus jugadores.
CoD: Modern Warfare III ya está disponible para adquirirse en todas las plataformas con sus tres modos principales, entre ellos una campaña bastante dudosa de calidad. Y desde CodigoEsports tuvimos la oportunidad acceder a la misma, que en esta ocasión fue desarrollada por Sledgehammer Games, en su acceso anticipado.
El siguiente análisis se pudo realizar por medio de un código facilitado por la prensa de Activision Latinoamérica y se trabajó días antes de su publicación. Debido a que el multijugador fue recién liberado también ofreceremos una revisión de este más adelante comparándolo un poco con nuestras impresiones de la beta.
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Una introducción a las apuradas
Modern Warfare III transcurre después de los hechos de Modern Warfare II, respetando el nivel de cinemáticas y dejando huecos argumentales que solo se pueden responder por medio del contenido poslanzamiento del segundo. Aquí se introduce a uno de los villanos más icónicos de la saga: Vladimir Makarov, siguiendo una postura de un frío y calculador líder nato del grupo Konni pero con menos impacto.
A pesar de que la Fuerza Operativa 141 sea la gran protagonista se ofrece una narrativa insustancial y que resultará indiferente para algunos. Nunca se establece un panorama in crescendo y le cuesta hacer el enganche con su jugador para generarle interés. De hecho, con casi cuatro horas de juego, sentimos que aparentaba a ser un DLC de su título de 2022 ya que es más una introducción al Primer jinete y recrea momentos casi poéticos del pasado con una estética carente de esencia.
Juguemos en Warzone
La jugabilidad mantiene esa variedad de armas que trajo Modern Warfare II, incluyendo algunas de su poslanzamiento, y nuevas opciones de Modern Warfare III. Respecto a sus misiones suelen variar en su ritmo. Hay partes en las que jugamos con el sigilo y, obviamente, hay una en la que volvemos a disparar desde arriba con un avión artillado.
Pero el gran problema no está en las de estructura líneal, sino en su contraparte disponible en seis de sus catorce capítulos: los combates de mundo abierto. En vez de proponerse como una novedad funcionan como una publicidad indirecta a jugar DMZ o Warzone ya que vamos cumpliendo objetivos como si fuesen contratos, equipándonos armas con rarezas y hasta reforzándonos con placas de blindaje. Es más, el juego transcurre en varias locaciones de Verdansk, el primer mapa del battle royale, y Urzikistán, el próximo a lanzarse en su temporada 1.
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Conclusión
La campaña de Modern Warfare III transmite un desarrollo aburrido y olvidable que no deja lugar para crear una atmosfera de guerra interesante o trabajar más en la imagen de sus personajes. Cuenta con sus momentos relevantes pero no es suficiente ante una jugabilidad que recae más en lo plácido que en lo frenético. Aunque lo más importante de todo es que en esta ocasión la repetitividad de su estructura no le pasa factura, sino el intentar aprovechar el éxito de Warzone.
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