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La comunidad de Hearthstone acaba de protagonizar un hecho histórico. Por primera vez, los usuarios le dicen que no a una carta y deciden prohibirla en el mundo competitivo. Así es, no hubo tiempo para esperar el accionar de Blizzard al respecto y Yogg-Saron ha sido banneado, no de manera oficial, claro, pero sí efectiva.

El primero en tomar esta medida fue James «Firebat» Kostesich . El ex integrante de Cloud 9 lanzó su propia competencia, BatStone, y fue tajante al respecto anunciando que el Dios antiguo no podrá ser incluido en ninguno de los mazos de la misma. A su vez, otras 4 tampoco estarán autorizadas: , (Call of the Wild), Colmillar Totémico (Tuskarr Totemic) y Hacha de Guerra Ígnea (Fiery War Axe). Cabe destacar que esto surgió a partir de una encuesta y el buen Yogg sacó más votos que todas las otras cartas juntas (7188 contra 6464).

La iniciativa fue seguida por la gente de eSports Hero, que también optó por algo similar. Al menos por la próxima semana, ninguna baraja que forme parte de los torneos que organizan podrá contener a Yogg-Saron. Si bien se supone que esto se da en el marco de una serie de reglas especiales que irán variando constantemente, no es casualidad que la primera haya sido justamente esta, sabiendo el malestar y las quejas que ha provocado este esbirro en el último tiempo.

Firebat inició este movimiento.

                                                                       Firebat inició este movimiento.

Estos dos exponentes no fueron los únicos. Andrey «Reynad» Yanyuk también se hizo escuchar y propuso que tanto el Dios Antiguo como sean eliminados de toda competencia organizada por Tempostorm. Si bien suena un poco extremo incluir en la prohibición al dueño del teatro, también es lógico, debido al impacto negativo que ha tenido este en la comunidad por la posibilidad de definir un partido en turno 4.

Este banneo indirecto de Yogg-Saron ha sido tomado de manera excelente y hasta festejado por la mayoría de los usuarios, pero a su vez abre un debate más que interesante. ¿Es este esbirro el causante de todos los males en Hearthstone? ¿Es el único problema que atraviesa el juego en la actualidad? ¿Soluciona algo su exclusión del mundo competitivo? Es difícil hacer un diagnóstico certero al respecto, pero sí es algo que los mismos jugadores y organizadores se deberían preguntar.

Sean cual sean las respuestas, el mensaje es claro. La comunidad presiona a Blizzard para que tome cartas en el asunto contra el Dios Antiguo y tenga recaudo a la hora de lanzar una próxima expansión. El no hacia su permanencia en la taberna es tajante y puede ser el inicio de una nueva era, la de las restricciones, algo habitual en otros juegos de cartas pero hasta ahora desconocido en Hearthstone.

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