Las cosas comienzan a esclarecer un poco en la LCS.

En la mañana del 22 de febrero, Cloud9 comunicó a sus fanáticos algunos pormenores de su equipo de League of Legends. La LCS se volcó en contra de la Nube luego de la inesperada liberación contractual de Nick “LS” De Cesare. Su ahora ex-entrenador de cabecera tuvo poco tiempo a cargo, pero generó discusiones por sus atrevimientos como Ivern en el carril central.

Antes de su partida, LS dejó al equipo con un récord 3-1 en la fase regular. La notificación llegó momentos antes de su partido del 19 de febrero, poniendo a Maxwell Alexander Waldo como nuevo entrenador de cabecera. Sobre los resultados, la tercera semana terminó 1-1 para quedar en el 3° puesto de la tabla con 100 Thieves.

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Días después, Jack Etienne apareció en un video explicando por qué se tomó la decisión. El director del club compartió que Cloud9 tiene sistemas para entrenar y manejar aspectos de sus divisiones. No es la excepción para League of Legends y sus plantillas de la LCS. Pese a ello, no fue posible llegar a un terreno común con LS. Tanto el manejo como el equipo estaban al tanto de la situación.

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Conforme pasaron los días, la situación comenzó a hacerse más palpable. Cloud9 tomó la decisión de terminar el contrato de LS para avanzar con otros planes. Así como para finalizar con algo que, en palabras de Etienne, no estaba llevando a ningún lugar. Sin embargo, admite que el anuncio no fue el mejor y le hubiera gustado tener más tiempo para notificar la resolución. Dicho lo anterior, las cartas en la mesa no daban pie a más días.

Sobre el futuro de Cloud9, Max Waldo reafirma lo dicho por Ibrahim “Fudge” Allami en una entrevista para Travis Gafford. Los jugadores se mantienen enfocados en la LCS y no les temen a los cambios. El objetivo aún es llegar a los internacionales y perfilarse como amenaza.

El Cloud9 de Max Waldo regresará a la LCS el próximo 25 de febrero para un fin de semana de tres jornadas.

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