Riot NA, en aprietos
En agosto de 2018, se dio a conocer un artículo de Kotaku donde exempleados de Riot Games denunciaban la cultura sexista de la empresa. En la noticia se detallan denuncias de abusos, inequidad en los sueldos de hombres y mujeres, entre otras cosas. Más de 28 empleados y extrabajadores de la empresa se sumaron a la causa para denunciar todos estos problemas.
Hoy, más de 150 rioters se reunieron afuera de las oficinas de Riot Games en Los Ángeles para protestar contra la cultura machista de la empresa. Con el hashtag #RiotWalkout, toda la comunidad se manifestó a favor de las protestas y pidieron a la desarrolladora se transparente y se condonen las actitudes sexistas de los altos mandos.
Today myself and several of my co-workers are standing up for what is right, just, and fair in regards to Forced Arbitration and Sexual Harassment. Its 2019, and forcing anyone to sit in a room with the company/person who did this and "talk it out" is unacceptable. #riotwalkout
— Mel Capperino-Garcia (@Riotswimbananas) May 6, 2019
También muchos empleados de distintas partes del mundo y Norteamérica se expidieron al respecto. Mel «Swimbananas» Capperino-García dijo: «hoy, yo y muchos de mis colegas nos ponemos de pie por o que es justo, contra el acoso sexual y la arbitrariedad forzada».
Por «arbitrariedad forzada» se refiere a que empleadas que fueron acosadas por otros trabajadores fueron obligadas a sentarse y «buscar un punto medio», entre un mediador de la empresa y el agresor. Como si el problema fuera de ambas partes y tuviera que solucionarse a través de una conversación.
"I reported and he got promoted" #RiotWalkout pic.twitter.com/ShWB9IulYN
— Upcomer (@Upcomer) May 6, 2019
Entre la multitud de protestantes, una mujer sostiene un cartel que dice «lo denuncié y lo ascendieron». Gran parte de la comunidad latinoamericana y de habla hispana también se expresó a favor de los trabajadores y contra los altos mandos de la empresa denunciados.
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Vientos de cambio soplan en Riot Games, y no favorables. Aquella minoría de trabajadores que toma decisiones dentro de la empresa tendrá que tomar esto como un llamado de atención y actuar en consecuencia. Ya no hay «peros».
