Activision presenta RICOCHET, el anti-cheat de Call of Duty

Con la salida de Warzone, muchos hackers abundaron en cada batalla y frustraban la experiencia de jugadores. A pesar de que Raven Software recurría a las típicas oleadas de baneos o prohibiciones de hardware, seguían apareciendo como hormigas más resistentes. Sin embargo, Activision le pondría fin a esto con su nuevo anti-cheat que marcará un antes y un después en la historia de Call of Duty: RICOCHET.

A través de un comunicado oficial, la compañía presentó su nuevo sistema anti-trampas con el fin de establecer una búsqueda a largo plazo del juego limpio. Estará disponible desde el lanzamiento de Vanguard y en la actualización del Pacífico del battle royale para finales de 2021. Cabe aclarar que se desconoce de sus planes para usarse en próximas entregas.

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RICOCHET se incorporará no solo como un anti-cheat para los servidores, sino que también en las filas de los jugadores como un controlador a nivel de kernel. Este permitirá monitorear y reportar aplicaciones que intenten interactuar con la ejecución de Warzone. Además detectará procesos no autorizados que manipulen la jugabilidad de CoD.

El código informático se encontrará habilitado en PC, comenzando como un requisito e incorporado en instalaciones futuras de Warzone. Es más, aquellos que frecuentan a jugar en consola y se adhieren al crossplay también se verán beneficiados por el sistema. En el caso de que se desinstale el battle royale, se borrará definitivamente el controlador.

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Aun así, Activision recomienda a los jugadores que sigan utilizando el sistema de denuncias ante todo comportamiento sospechoso que noten a la vista. Las mismas servirán para identificar problemas y a la vez reforzar o evolucionar el anti-cheat RICOCHET. Ten en cuenta que todo baneo tiene consecuencias a futuro, tal como sucedió con el cierre de puertas de Vanguard a los jugadores de Warzone.